Bueno amigos, este ha sido un peculiar paseo novelado, para quitarle
un poco de hierro al asunto, por el famoso bosque de Aokigahara, también
conocido como Jyukai (Mar de Árboles), que ciertamente se encuentra en
las faldas del monte Fuji.
Este bosque, de más de 3.000 hectáreas de extensión, es el lugar
elegido por decenas de personas cada año para poner punto final a sus
vidas. En el 2002 se alcanzó el record de 78 suicidios en el interior
del bosque.
En el Japón feudal del siglo XIX, cuando las hambrunas y las
epidemias azotaban a la población las familias más pobres abandonaban a
su suerte a los niños y a los ancianos que no podían alimentar. Durante
el siglo pasado el escritor Seich Matsumoto, publico una novela donde
narraba el suicidio de uno de sus personajes en Aokigahara y 1993 otro
escritor lanzo una guía para suicidarse donde recomendaba este bosque
como un lugar idóneo para quitarse la vida.
En la década de los 70 las autoridades se vieron obligadas hacer
batidas para encontrar los cadáveres de los suicidas. Anualmente 300
operarios se adentran en el bosque para localizar los cadáveres que no
han sido encontrados por los visitantes y guardias forestales. Incluso
la policía patrulla los alrededores en busca de posibles suicidas.
La cercanía a la gran ciudad de Tokio también es una de las causas
por las que muchos suicidas acudan hasta este lugar, quizás en busca de
un lugar tranquilo donde llevar a cabo su último deseo. Otro motivo
importante por el que los suicidas se quitan aquí la vida es el
económico, y no es broma. En Japón, los familiares de los suicidas
tienen que correr con los gastos económicos que pueda provocar el
suicida, sean del tipo que sean, por ejemplo si alguien decide arrojarse
a las vías del tren, la familia tendrá que acarrear con el coste de los
retrasos en el trayecto a todos los pasajeros del mismo e indemnizar a
la compañía ferroviaria por todos los inconvenientes que pueda causar.
En el bosque suicidarse es gratis y no conlleva ningún gasto.
Otra explicación de la que se habla en algún foro es que el que el
bosque es una especie de centro telúrico o magnético que atrae allí a
los suicidas como la miel a las abejas. Aunque algunos estudios han
demostrado que esto es falso y no existe alteración alguna del
magnetismo en el lugar.
Personalmente, Japón nunca deja de sorprenderme, hasta para
suicidarse son organizados y metódicos. Mi único consejo para aquellos
que visitéis alguna vez el monte Fuji es: no cojáis ningún atajo.
LAS IMAGENES EN ESTE POST SON FUERTES, POR FAVOR VER CON DISCRECION.
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“Tu vida es valiosa y te ha sido otorgada por tus padres. Por favor, piensa en ellos, en tus hermanos e hijos. Por favor, busca ayuda y no atravieses este lugar solo”.
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