lunes, enero 23, 2012

No somos iguales, somos diferentes.




Por: Jorge J. Cuadra V.

La diferencia entre Nicaragua y Costa Rica comenzó cuando José Figueres Ferrer, triunfador de la revolución de 1948, optó por seguir el sendero de la educación en lugar del sendero militarista propio de todos los caudillos de esa época. Pepe Figueres era tan caudillo de Costa Rica, como Tacho Somoza lo era de Nicaragua. Sin embargo, las diferencias entre ambos eran profundas, tanto ideológica, como moralmente.

Los triunfadores de las revoluciones de cualquier país se deciden por el autoritarismo militar para edificar sus dictaduras. En Nicaragua Zelaya usó la revolución de 1893 para convertirse en dictador y aunque Somoza no fue producto de ninguna revolución, se aprovechó de la política traidora para construir su dictadura. No así Pepe Figueres, triunfador de la revolución de 1948, que usó su triunfo para crear una democracia que aun es orgullo de Centroamérica.

En ese hecho radican las grandes diferencias entre nuestros países. Aquí nos fuimos por el militarismo y la dictadura, los cuales son las bases de la corrupción que ahoga a la nación entera. Allá se fueron por el civilismo y la democracia, que son las bases de la libertad y de la cultura que caracterizan a Costa Rica.

En medio de todas esas peripecias el río San Juan ha permanecido inalterable en su indiscutida soberanía.

Hoy Nicaragua y Costa Rica están enfrentadas en un conflicto que ni siquiera es de orden fronterizo y que obedece a razones netamente políticas, lo que los ambientalistas nicaragüenses aprovechan para llamar a los costarricenses los asesinos más grandes del medioambiente. Lo dice un grupo de ambientalistas que ven la paja en el ojo ajeno y no ven la viga que tienen en el suyo. En lugar de estar rasgándose las vestiduras por los daños ambientales supuestamente provocados por la construcción de una carretera en suelo tico, deberían estárselas rasgando por los daños irreparables en un sinnúmero de fuentes de agua situadas en territorio nacional. Deberían elevar sus voces por el lago Xolotlán que debería cambiarse el nombre con el lago Titicaca, llamándose el primero Xolocaca y el segundo Tititlán. Deberían ir a la colonial Granada y dirigirse a las costas del Gran Lago de Nicaragua, para detener la gran contaminación que producen las excrementadas aguas de la Gran Sultana, para que nuestros tataranietos no mueran de sed. Es mucho más fácil ir a esos dos lugares, que ir a las riberas del río San Juan, en busca de publicidad demagógica.

Aquí se pregona la paz pero a la hora de promoverla no lo hacen porque le conviene a la dictadura de turno.

Podrán decir que no soy patriota, porque no defiendo a mi patria; pero si así fuera, la culpa no es mía, sino de los gobiernos dictatoriales que no han promovido el patriotismo dentro de los corazones del pueblo, sino la indiferencia nacional. Yo lo único que hago es puntualizar nuestras diferencias ciudadanas entre los ticos y los nicas basado en la historia. Simplemente, cuento la verdad.  


El autor es comentarista político

FUENTE:http://www.laprensa.com.ni/2012/01/17/voces/87317
Comentario de conejitos suicidas.

No suena a que lo que el compañero Nicaraguense ve sobre nosotros desde Nicaragua, NO ES CIERTO TAMPOCO?

1 comentario:

ARMANDOKUN dijo...

Conejos tenes toda la razón no se porque ticos y nicaraguenses pelieando una tierra si estan eh hambos lados pero deberia respectar sus terriotorios y mas bien protegelos porque son recursos muy limitados para hoy en día ojala que hambas naciones deberian comprender los daños que estamos haciendo al río..
Ojala que paren esas estupideces que lo unico quieren es mas terriotorio para destruir lugares hermosos como el río San Juan deberiamos agradecer que tenemos lugares hermosos entre hambas naciones..
ATTE ARMANDOKUN