El peso de la naturaleza.

Simplemente decir que tarde o temprano la madre naturaleza, gaia, natura, o cualquier otro nombre "chill out" que por moda se le ponga, no es una amante fiel y sumisa, tarde o temprano, y será pronto, se sacudirá los parásitos que la dañan, y entonces será implacable, no tendrá reparo entre conservacionistas y deforestadores, entre green peace y green cards, el peso de la naturaleza caerá inevitablemente sobre nuestras cabezas como espade de Damocles, y sinceramente creo que ya es tarde para solucionarlo o revertirlo, o solucionarlo, el hombre se autodestruye a sí mismo sin reparo, retando a la única fuerza que jamás logro controlar, una naturaleza atacada por su codicia.

Bunni el conejo quiso pensar distinto, se fue de la ciudad, encontró en las zanahorias silvestres un gusto mas agradable aún que el de las orgánicas que vendían en el supermercado, en el aire de el campo despejo sus vías respiratorias, aclaró su pelaje de conejo con esta nueva forma de vida natural, pero la ciudad fue como un cáncer creciendo que pronto se acerco a su estancia libre en el campo, lo noto en el sabor químico de el agua, el empobrecimiento de el aire, la desaparición de los arboles, mas entendió que él en primer lugar no podía volver a esta vida, y que no podía detenerlos tampoco por mas incienso que quemara y protesta pacífica que hiciera, por mas botes de pintura que arrojara contra los abrigos de piel de conejo, siempre esta carrera auto-destructiva de plaga que tiene el progreso, la humanidad lo alcanzaría a donde fuera, y un día sin mas ni mas, se dejo aplastar por el progreso.