Derechos de victimas y victimarios.

Estoy harto de ver a las familias de las victimas en televisión, llorando a un ser querido muerto por un borracho, de igual forma en que la ley garantiza la privacidad de los asesinos, debería prohibir las imágenes fuertes y la exposición de el dolor de las victimas en 2do grado de el acto irresponsable de un individuo. Entiendo que cada familia puede cerrarle la puerta a la prensa si a bien lo tiene, pero hemos visto camarógrafos y periodistas en muchos casos, encima de reuniones y abrazos de apoyo entre familiares y micrófonos atravesados en medio del llanto de dolientes preguntando "como se siente?"
Usemos el sentido común, entiendo el derecho de el borracho asesino a no ser mostrado en cámaras por la presunción de inocencia de la que gozamos todos, los derechos de su familia que tampoco es responsable de los actos individuales de este; lo cual los vuelve víctimas también , pero entonces por que el "periodista" en el ejercicio ético y moral de su profesión no opta por otorgar el mismo beneficio a la familia de la victima? no es su derecho también? es que acaso las universidades que enseñan periodismo cambiaron la enseñanza de la ética y moral por la de el ego y rating?
Somos un país en el que la gente está acostumbrada a exigir sus derechos, no comprendemos que los mismos son ganados a partir de el cumplimiento de nuestros deberes, que no podemos berrear el derecho de "manejar mi carro con solo 1 o 2 birras porque (soy muy macho o hembra) y a mí no me afecta beber tan poquito" simplemente porque al hacerlo estamos invadiendo el derecho de los peatones a caminar por la calle sin la posibilidad de que alguien reducido en sus capacidades motoras lo mate; los derechos son como la libertad, justamente la nuestra termina donde empieza la de los demás, y hay opciones, beba como imbécil si quiere, caiga de culo y haga el ridículo, moleste a los demás con sus majaderías de borracho, sea uno más de la estadística que señala al 60% de los ticos como alcohólicos de fin de semana, pero coja un taxi, camine a casa, pídale a un amigo que lo lleve, o quédese en su casa, para que después no le entre el guaro F1 escapando de el lugar donde pretende dejar muerto como a un perro a un ser humano que espera una familia en casa, familia que tiene el derecho, igual que la suya, de no salir llorando en el noticiero.
El alcoholismo es una enfermedad, pero cuando usted toma el carro para irse al bar, esta sobrio, no está enfermo en ese momento, y ese simple acto lo vuelve un irresponsable despreciable, aprenda a tomar de paso, emborracharse es desagradable para los demás, ridículo para usted, y la goma una molestia innecesaria.
Ojala los periodistas recuperen su mística y moral, que no se les olvide o hagan distinción cuando sea la familia propia o la de un colega, cuando el borracho armado con un carro sea el esposo de la directora de el noticiario, porque la nota humana no puede jamás corromper los derechos de los involucrados, aunque en medio de su dolor no tengan cabeza para decir no y exigirlos, que no haya que promover leyes represoras, que mande el sentido común.
Que los victimarios y berreadores recuerden que sus derechos no pueden atropellar los de los demás, un asesino encadenado de pies y manos en un juicio es cualquier cosa comparada con la vida ausente de la víctima, que a los que exigen su derecho de andar en carro y comportarse como los dueños de la calle no se les olvide que ellos pueden tener amigos y familiares de a pie, que pueden ser los que se ganen la rifa de “sus derechos”.