jueves, abril 17, 2008

The Dark side of the oz.


Una de las sincronicidades más maravillosas y más extrañas del arte popular contemporáneo se puede encontrar dentro de una combinación bastante inesperada de música pop y film. Si uno toca el CD de Dark Side of the Moon de Pink Floyd mientras uno ve la película de El Mago de Oz es posible observar un sinnúmero de sincronicidades entre las dos obras de arte. Los eventos sincrónicos entre el álbum y el film es impresionante, ya que es posible escuchar la letra de las canciones, y el ritmo y contenido de la música del CD relacionándose directamente con las imágenes de la película. Para poder disfrutar de El Mago de Floyd, como se le conoce informalmente entre círculos de aficionados, hay que seguir las siguientes instrucciones: Comience el CD de Dark Side of the Moon y póngalo en pausa cuando el display registre 0:00. Entonces, comience la película de El Mago de Oz. Cuando el león de la Metro Goldwyn Mayer ruja por tercera vez, dele play al CD de Pink Floyd, y bájele el volumen a la película, creando así un nuevo soundtrack para el film. El resultado es una nueva película en donde la música se sincroniza con las imágenes en la pantalla de su televisor con nuevos sonidos y mensajes. He aquí un par de ejemplos:
En una de las primeras escenas, cuando la película todavía está en blanco y negro, Dorothy se está balanceando sobre una cerca de madera, cuando de repente pierde el equilibrio y se cae dentro del corral de puercos. Mientras eso sucede, David Gilmour está cantando la siguiente letra de la canción Breathe:

But only if you ride the tide, And balance on the biggest waveYou race towards an early grave

Cuando aparece el personaje de la bruja por primera vez corriendo en bicicleta, mientras la película todavía está en blanco y negro, comienzan las alarmas de distintos relojes a hacer ruido al principio de la canción Time, como si fuera una advertencia que algo malo se aproxima.

Luego de que Dorothy consulta al “clarividente” (el cual termina siendo el mago de Oz al final de la película), ella decide correr de vuelta a su casa. En ese momento, la letra de la canción Breathe Reprise nos dice:
Home, home again, I like to be there when I can

La mejor parte de la sincronización entre la película y el álbum ocurre en la canción The Great Gig in the Sky. En ese momento, cuando se aparece el tornado, la voz de una mujer aparece en la canción, cantando a manera de lamento y al ritmo del movimiento del tornado, como si fuera su voz la conciencia de Dorothy, o hasta del mismo viento.

Cuando la canción Money comienza, la película cambia de blanco y negro a Technicolor, luego de que la casa de Dorothy aterrizara en la tierra de Oz. Hay una escena interesante en esta parte, en la cual los gnomos (munchkins) aparecen bailando al compás del solo de guitarra de esa canción.

En la canción Us and Them, la bruja, vestida de negro, se aparece en medio de una humareda al mismo tiempo que el cantante menciona la palabra “black”, lo cual es complementado por la aparición de Dorothy frente a la cámara, cuando el cantante menciona la frase “and blue” (obviamente, Dorothy está vestida de azul).

Durante la canción Brain Damage, hay una escena en la cual aparece el espantapájaros bailando, mientras la letra de la música menciona que “the lunatic is on the grass”.

Al final del álbum, cuando se acaba la canción titulada Eclipse, se oyen los latidos del corazón. En ese mismo instante, Dorothy está poniendo su oreja sobre el pecho del hombre de hojalata, al cual supuestamente le faltaba un corazón.

Aunque hay otros detalles relacionados a la sincronización de este álbum y esta película, los cuales son más sutiles y también numerosos, estos mencionados son los más obvios. Interesantemente, en entrevistas hechas a los miembros de la banda con respecto a este fenómeno, todos han negado conocimiento premeditado sobre esta sincronización. Es muy posible que Roger Waters, el genio y motor intelectual de esta banda, y autor de todas las canciones de este álbum, estuviera completamente consciente de la sincronía entre estas dos obras, y no se lo dijo a ningún miembro de la banda. Sin embargo, considerando que ambas piezas de arte son ambos clásicos dentro de sus respectivos géneros, la idea de que el destino los entrelazó de una manera sutil y mística no es imposible, al menos desde el punto de vista mágico.

Otra sincronicidad menos conocida e igual de extraña relacionada al grupo Pink Floyd sucedió durante la grabación de su álbum Wish You Were Here, en el 1975. Estaban los miembros del grupo haciendo el mix de las grabaciones para el disco en el estudio 23 de Abbey Road Studios cuando uno de ellos se percibió de la presencia de un hombre extraño en el mismo salón con ellos. El tipo era gordo y tenía la cabeza rapada, y vestía de pantalones de polyester y una camisa de nylon. Al principio los miembros de la banda ignoraron al tipo pues supuestamente, en aquellos días de hippies no era fuera de lo común que extraños entraran a los estudios mientras las bandas grababan. Sin embargo, un antiguo amigo del grupo y manager de bandas de rock, Andrew King, el cual estaba presente durante las grabaciones ese día, reconoció al extraño, el cual cada cinco minutos se levantaba del sofá para cepillarse los dientes con un cepillo que llevaba en el bolsillo de la camisa: el tipo era Syd Barrett. Ahora, para los que no conocen quien era Syd Barrett, este joven fue la fuerza creadora durante los primeros años de Pink Floyd. Barrett permaneció con Pink Floyd entre el 1965 y el 1968, escribiendo la letra de la mayoría de las canciones y siendo el guitarrista principal de la banda. Sus composiciones fueron clásicos de la música psicodélica de la década de los sesenta, y fue su influencia la que llevó al grupo en su período de infancia al estrellato del rock. Sin embargo, los años con Barrett no duraron mucho, pues su comportamiento se volvió cada vez más y más errático, debido a su consumo regular del alucinogénico LSD. Si bien es posible que esta droga lo ayudó a encontrar inspiración en imágenes y sonidos psicodélicos para su música, es también muy posible que fue el uso de esta droga lo que causó su inminente caída y eventual desaparición del mundo del rock. Supuestamente, Barrett se volvió un ser introvertido y despistado, muchas veces quedando en estados de catatonia mirando al espacio en medio de conciertos, o tocando o cantando fuera de ritmo. Eventualmente, cuando Barrett se volvió más paranoico y dejó de presentarse para las grabaciones del grupo, los miembros de Pink Floyd terminaron remplazándolo con el nuevo guitarrista David Gilmour. La última vez que los miembros de Pink Floyd vieron a Barrett fue en el 1968. De vuelta al estudio 23 en el 1975. Los miembros de Pink Floyd se encontraban dándole los toques finales a la canción Shine On You Crazy Diamond, una canción la cual es un tributo a Syd Barrett. Cuando se percataron de que el extraño en el sofa era Barrett, al cual no habían visto por años, el tipo no pudo darles una explicación de como o por qué llegó a ese estudio. ¿“Diablos, Syd, como es posible que hayas terminado así?”, le preguntó un perplejo Andrew King. “Es que tengo una nevera grande en la casa, y he estado comiendo muchas chuletas de cerdo”, fue la respuesta de Barrett. Este par de versos de la canción Shine On You Crazy Diamond dan una buena idea de la descripción de quién fue Barrett:

Remember when you were young,
you shone like the sun.
Shine on you crazy diamond.
Now there’s a look in your eyes, like black holes in the sky.
Shine on you crazy diamond.
You reached for the secret too soon, you cried for the moon.
Shine on you crazy diamond.
Threatened by shadows at night, and exposed in the light.
Shine on you crazy diamond.

5 comentarios:

Melcocha dijo...

que curioso que se den tantísimas coincidencias!! bien valdría la pena hacer el experimento!

por cierto, y aunque no soy super aficionado a pink floyd, reconozco su genialidad, y la gran influencia que ha tenido en la música contemporanea.

una vez me dedicaron "wish you were here"..y cada vez que la escucho se desgarra algo adentro de mí...

Chepe Centro dijo...

Que viaje mae, que monstruoso!
Shine on You Crazy Diamond es todo un viaje, una de las obras maestras de Floyd.

Vamos a buscar la sincronía de estas dos. Si las logramos, facilitaremos el material!

Terox dijo...

El artículo de wiki al respecto dice que ellos siempre negaron la intencionalidad del asunto.

Yo tiendo a creer, como dice ahi, que es un caso de "Apofenia"... (como cuando "ven" a Elvis en un panqueque, o la virgen en un árbol).

andrés dijo...

La verdad nunca me he sentado a ver / descubrir esta sincronia, tengo un amigo que es muy fan de PF y jura que es verdad... aunq él no habla ingles, Plop! Pero vale la pena echarse el viaje... aunq fuese Elvis en un panqueque, teoria q puede ser una buena explicación.

Respecto a Barret... un genio q se consumio en la locura de las drogas, las cuales le ayudaron a encontrar su genialidad. Una gran perdida, si PF es genial imaginense como hubiese sido si Syd hubiese continuado. Era el corazon de la banda, el cerebro... :(

Çâiröl dijo...

Si, q loquera Syd Barret.. esa historia de la grabacion ya la habia escuchado, pero no sabia q era en ese momento que estaban arreglando Shine On You.

Tambien había leído lo de la coordinacion con la pelicula de Oz, que lokera.. habría q probarlo un día a ver que tal.