martes, julio 13, 2010

El amigo invisible que odia a los gays


Un hombre abraza a otro en señal de apoyo, es un abrazo sincero al igual que el regocijo que sienten ambos al estar así. Una chica mete su lengua en la boca de otra como muestra apasionada de la emoción que le produce su presencia, su olor, su calor, sus ojos, esos ojos negros que tanto le gustan y le vuelven loca.

Son gente que se abraza, que se quiere, que ríe junta, que tienen miradas cómplices, que se ama, que sufre, que se ilusiona, es gente que siente, igual que usted o yo, que quiere y merece que NADIE se meta en su vida privada. Ni usted ni yo aceptaríamos nunca que alguien nos diga con quién andar, a quién amar, como sentir, y el caso de ellos no es una excepción. NO ES CIERTO que se diga que sus actos son inmorales, porque la moralidad no tiene que ver nada en los actos íntimos y privados de cada quién, dos personas desnudas o más, sin importar sus actos están en una actividad privada que nada tiene que ver con la moral, pues esta se aplica solamente a los actos públicos y de incumbencia colectiva.

Me es inexplicable que un país que se precia de ser una democracia REPRESENTATIVA líder en Derechos Humanos como la nuestra, siga en la caverna de el dogma condenando a sus ciudadanos a la discriminación y el odio santo, allá quién decide entrar en los mandatos de el dogma, es decir, si usted es católico y en su iglesia se ve mal el ser homosexual, entonces no lo sea, si es protestante y la homosexualidad es una condena segura al infierno, entonces no lo sea!! pero si su elección o su impulso es ser homosexual en vez de católico o protestante, entonces no deje que el dogma intervenga en su vida y le reste derechos, usted es un ciudadano y como tal tiene derechos inalienables, no existen los ciudadanos heterosexuales y homosexuales en la constitución que da derechos de este país, solo existen los ciudadanos.

Ahora bien, ante la altura moral auto otorgada por los religiosos queda poco que decir, primero que nada y como ya nos referimos, los asuntos de derechos humanos y de ciudadano al NO estar relacionados ni ser determinados por estos, no deberían estar marcados por sus voces de odio e intolerancia, mucho menos cuando estos son dictados por el amigo invisible de alguien que odia a los homosexuales, porque, y me van a perdonar los creyentes, Dios es el amigo invisible de una hermosa locura colectiva que aunque respeto no comparto, en la que admiro su fe y pasión, tal como el amor de cualquier ciudadano, de cualquier humano, de cualquier homosexual o heterosexual. El amor es lindo, enfermos están los que lo desprecian.

7 comentarios:

Marco Cañizales dijo...

Digo NO al referendo y en caso de tener que votar Sí a la ley 16390.

Jairo Araya Barrantes dijo...

Cuando se acaban los argumentos, o es el odio el que guía las acciones, es fácil recurrir al "amigo invisible", que aparte de invisible debe ser temido, y decir que fue él quien impuso las reglas (dogmas). Es una cobardía no aceptar que se odia a otros, y entonces ese odio se carga sobra el "amigo invisible". Sí, es él el que odia. "Nosotros amamos a los gais, pero hay que denunciar lo que hacen porque está mal ante los ojos del "amigo invisible"". Buen post.

Pioresnada dijo...

Excelente post!!! Igual, NO AL REFERENDO.

Es hora de darle la espalda a los nocivos mojigatos que en mancuerna con la Financiera Católica S.A están detrás de estas iniciativas discriminatorias, que apelando a lo dizque espiritual y religioso pretenden mover a los incautos a realizar un acto tan deleznable como es negarle a otras personas sus derechos.

Creo que lo que dice nuestro himno debe aplicarse a estos grupos neo-inquisidores : "sepamos ser libres no siervos menguados, derechos sagrados la patria nos da"

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

La Corporación Iglesia católica jaja.

El amor de Dios es para todos, Dios nos mama, lo que no ama es el pecado.

Al final de cuentas todos algún día (los que creemos en una vida después de la muerte) estaremos ante el Juez Supremo, del creador de todas las cosas, y ahí tenderemos que dar cuenta de nuestros actos.

Por el momento veamos la gloria de Dios en la tierra de los vivientes.

La vida es demasiado corta para desgastarnos en intolerancias y en odios. Es mejor desarrollar nuestra inteligencia emocional y tratar de ser felices, y hacer felices a los que nos rodean.

La homofobia existe y existirá, hasta el final de los tiempos, eso no va a cambiar, pero podemos cambiar usted y yo, y eso es algo muy extraordinario.

Algo que me llamo la atención fue la foto que acompaña el post, creo que no soporto el post la foto de dos hombres besándose jajaja.

Saludos

Paroaria dijo...

Soy ateo, pero respeto pensamientos teístas de tolerancia como los suyos, porque si creen en un Dios todoamor es imposible llegar a conclusiones, biblia en mano, que aseveran que la homosexualidad está mal.

Me parece excelente el artículo y es uno de los poquísimos que hablan de la homosexualidad tolerándola.
Muy buenos los comentarios.
Sólo a manera de broma... Roy, imagínate ser un gay y tener que ver a tantas personas heterosexuales besándose frente a vos... a mí me molestaría mucho si lo fuera.

Un gran abrazo...

Roy Jiménez Oreamuno dijo...

Paroaria:

A mi en lo personal no me molesta ver a nadie besándose, pero algo si es cierto, la sociedad machista no soporta ver a dos maes besándose jaja y eso es una realidad, al final de cuentas, creo que un beso es una expresión bellísima desde cualquier punto de vista, al final el besarse no es el problema.

El problema es el cristal con que se mire.

Saludos

Pioresnada dijo...

Roy, al igual que Paroaria soy ateo pero mis respetos por tu forma de pensar.