martes, febrero 05, 2008

Cacique Guaicaipuro Cuatemoc

Me llego un correo hace unos minutos con una presentacion de Power Point exponiendome algo que yo siempre he creído... o fantaseado, y que supuestamente este señor, Guaicaipuro Cuatemoc, lo expuso directamente ante la reunión de Jefes de Estado de la Comunidad Europea, en Febrero del 2002.

"Aquí pues yo, Guaicaipuro Cuatemoc, he venido a encontrar a los que celebran el encuentro.

Aquí pues yo, descendiente de los que poblaron la América hace cuarenta mil años, he venido a encontrar a los que la encontraron hace sólo quinientos años.

Aquí pues, nos encontramos todos. Sabemos lo que somos, y es bastante. Nunca tendremos otra cosa.

El hermano aduanero europeo me pide papel escrito con visa para poder descubrir a los que me descubrieron.

El hermano usurero europeo me pide pago de una deuda contraída por Judas, a quien nunca autoricé a venderme.

El hermano leguleyo europeo me explica que toda deuda se paga con intereses aunque sea vendiendo seres humanos y países enteros sin pedirles consentimiento.

Yo los voy descubriendo.


También yo puedo reclamar pagos y también puedo reclamar intereses. Consta en el Archivo de Indias, papel sobre papel, recibo sobre recibo y firma sobre firma, que solamente entre el año 1503 y 1660 llegaron a San Lucas de Barrameda 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata provenientes de América.

¿Saqueo? ¡No lo creyera yo! Porque sería pensar que los hermanos cristianos faltaron a su Séptimo Mandamiento.

¿Expoliación? ¡Guárdeme Tanatzin de figurarme que los europeos, como Caín, matan y niegan la sangre de su hermano!

¿Genocidio? Eso sería dar crédito a los calumniadores, como Bartolomé de las Casas, que califican al encuentro como de destrucción de las Indias, o a ultrosos como Arturo Uslar Pietri, que afirma que el arranque del capitalismo y la actual civilización europea se deben a la inundación de metales preciosos!

¡No! Esos 185 mil kilos de oro y 16 millones de kilos de plata deben ser considerados como el primero de muchos otros préstamos amigables de América, destinados al desarrollo de Europa. Lo contrario sería presumir la existencia de crímenes de guerra, lo que daría derecho no sólo a exigir la devolución inmediata, sino la indemnización por daños y perjuicios.

Yo, Guaicaiputo Cuatemoc, prefiero pensar en la menos ofensiva de estas hipótesis. Tan fabulosa exportación de capitales no fueron más que el inicio de un plan "MarshallTesuma" para garantizar la reconstrucción de la bárbara Europa, arruinada por sus deplorables guerras contra los cultos musulmanes, creadores del álgebra, la poligamia, el baño cotidiano y otros logros superiores de la civilización.

Por eso, al celebrar el Quinto Centenario del Empréstito, podremos preguntarnos:

¿Han hecho los hermanos europeos un uso racional, responsable o por lo menos productivo de los fondos tan generosamente adelantados por el Fondo Indoamericano Internacional?

Deploramos decir que no.

En lo estratégico, lo dilapidaron en las batallas de Lepanto, en armadas invencibles, en terceros reichs y otras formas de exterminio mutuo, sin otro destino que terminar ocupados por las tropas gringas de la OTAN, como en Panamá, pero sin canal.

En lo financiero, han sido incapaces, después de una moratoria de 500 años, tanto de cancelar el capital y sus intereses, cuanto de independizarse de las rentas líquidas, las materias primas y la energía barata que les exporta y provee todo el Tercer Mundo.

Este deplorable cuadro corrobora la afirmación de Milton Friedman según la cual una economía subsidiada jamás puede funcionar y nos obliga a reclamarles, para su propio bien, el pago del capital y los intereses que, tan generosamente, hemos demorado todos estos siglos en cobrar. Al decir esto, aclaramos que no nos rebajaremos a cobrarle a nuestro hermanos europeos las viles y sanguinarias tasas del 20 y hasta el 30 por ciento de interés, que los hermanos europeos le cobran a los pueblos del Tercer Mundo. Nos limitaremos a exigir la devolución de los metales preciosos adelantados, más el módico interés fijo del 10 por ciento, acumulado sólo durante los últimos 300 años, con 200 años de gracia. Sobre esta base, y aplicando la fórmula europea del interés compuesto, informamos a los descubridores que nos deben, como primer pago de su deuda, una masa de 185 mil kilos de oro y 16 millones de plata, ambas cifras elevadas a la potencia de 300.

Es decir, un número para cuya expresión total, serían necesarias más de 300 cifras, y que supera ampliamente el peso total del planeta Tierra. Muy pesadas son esas moles de oro y plata.

¿Cuánto pesarían, calculadas en sangre?

Aducir que Europa, en medio milenio, no ha podido generar riquezas suficientes para cancelar ese módico interés, sería tanto como admitir su absoluto fracaso financiero y/o la demencial irracionalidad de los supuestos del capitalismo. Tales cuestiones metafísicas, desde luego, no nos inquietan a los indoamericanos.

Pero sí exigimos la firma de una Carta de Intención que discipline a los pueblos deudores del Viejo Continente, y que los obligue a cumplir su compromiso mediante una pronta privatización o reconversión de Europa, que les permita entregárnosla entera, como primer pago de la deuda histórica
"

Luego estuve investigando un poco más, y en realidad no estoy completamente convencido de que esto haya ocurrido de verdad, pero eso no quita que sea un buen discurso :)
Que piensan ustedes?

4 comentarios:

Terox dijo...

Es bueno que lo oigan los europeos, malo por lo que piensen acá los subdesarrollados. La historia del mundo es esa.

Los indios que vivían en la Tierra del Fuego cuando llegaron los europeos, seguro eran descendientes de los primeros que entraron por el estrecho de Bering, y fueron empujados sucesivamente hacía el sur. Los Azteca e Hincas tenían muchos súbditos a los que no trataban precisamente en forma muy amorosa. Había guerras tanto civiles como entre pueblos y razas. Estoy seguro que entre los mismos indios, pueblos tecnológicamente superiores, arrasaron o esclavizaron a otros. El oro que se llevaron no estaba repartido equitativamente entre el pueblo, sino entre la élite gobernante (y los dioses, desde luego).

Y si lo quiere ver así, el culpable directo, casi exclusivo, fue España (y Portugal). Y de qué les valió? Lo "volaron" en guerras y excesos.

Por otro lado, vamos a quedarnos aquí llorando por lo que "nos" (ahí hay otro problema, porque casi ninguno aquí somos indios puros. Y menos en CR) quitaron o vamos a trabajar para recuperarlo de nuevo? Es tentador echarle la culpa de nuestra situación actual a los españoles de hace 500 años, más que a los políticos que se robaron los préstamos en los 80's y que engrosaron enormemente la deuda externa...Pero, ¿será ese el camino?

(Me gustaría saber quién es este cacique, que cita a Friedman, pero es un poco malito en mate, porque 185 mil kilos al 10% anual compuesto, en 300 años son: 440 x 10 a la 15 kilos)

Pato dijo...

El texto es una obra de ficción, pero su contenido es tan aceradamente cierto, la crítica a los europeos tan absolutamente justificada y la redacción tan ingeniosa, que merece ser leído y difundido.

El cacique Guaicaipuro existió hace poco menos de quinientos años, aunque su nombre real no incluía el ahora añadido Cuatemoc. El autor del relato es Luis Britto García, que lo publicó el 6 de octubre de 2003, con motivo del Día de la Resistencia indígena (12 de 0ctubre), bajo el título de "Guaicaipuro Cuatemoc cobra la deuda a Europa".

El autor: Luis Britto García (Caracas, 1940). Escritor venezolano. Su obra de ficción, formalmente experimental, elabora una crítica de la situación política y social de su país (Rajatabla, 1970; Abrapalabra, 1980; La orgía imaginaria, 1983). También se ha dedicado al ensayo, entre cuyos títulos cabe citar El imperio contracultural: del rock a la posmodernidad (1991). Premio Casa de las Américas en 1970 y premio nacional de literatura en 1980.

Fuente: http://www.pepe-rodriguez.com/Ecologia_Consumo/Deuda_externa_indigena.htm

Çâiröl dijo...

gracias por la aclaracion sobre el texto pato!

josep m. dijo...

Yo soy europeo, y -español a efectos oficiales-; quiero decir que pertenezco a una comunidad histórica y cultural a la cual España le robó su independencia nacional entre 1700-1716, fecha a partir de la cual a los súbditos de la ex Corona de Aragón se les concedió permiso para poder expoliar a los pueblos amerindios bajo el dominio de CASTILLA. Hecha esta breve aclaración para conocimiento general de españoles latinoamericanos, aparte de la vergüenza que me causa como europeo y como ser humano, el hecho mismo que aquí en España se siga celebrando "el Dia de la Hispanidad" a bombo y platillo y con la colaboración vergonzante del poder eclesiástico español, de cuyo pasado histórico tanto en América como en el resto del mundo donde puso los pies, es como para ponerse a temblar. España ya se sabe cómo se comportó con América, como una tropa de bandoleros con la bendición del PAPA. Y allí dejó su huella "cultural" a imagen y semejanza de los grandes latifundios castellano-andaluces con grandes masas de capesinos pobres y unos cuantos "señoritos aristócratas" dueños y señores de la vida y de la tierra...Lo demás ya se sabe, hasta los golpismos militares hispanoamericanos parecen calcados de la "madre pátria". Los descendientes de aquellos criollos de origen español acapararon todo el poder y toda la riqueza, empujando a mestizos, negros y e indígenas a la esclavitud de la miseria y de la ignorancia. Claro, que desde el norte sajón, el gringo malvado ayudó a todos estos pequeños señores de la guerra a estrechar aún más el yugo de la opresión sobre los pueblos sudamericanos, y entre unos y otros se cargaron el sueño de Bolívar. Ah, y otra cosa; no sé cómo a muchos españoles no se les cae la cara de vergüenza, tratando como están tratando a los inmigrantes "suracas" -como se les llama despreciativamente- .