Qué se enojen! No voy a mentir, no voy con el feminismo que conocemos, ese feminismo exagerado, casi masculinizado en el que a ciertas mujeres se les ha olvidado como ponerse un vestido, unas enaguas o unas medias de seda. ¿Qué paso con nosotras? Se nos está yendo de las manos este absurdo tira y jale que tenemos con los hombres, estamos perdiendo y por mucho la carrera.
Yo propongo: Vivir como mujeres otra vez, ser admiradas como mujeres, en todo el sentido de la palabra, sin miedo a ser coquetas y a conseguir favores a pestañazos, a sentir que un hombre nos admira porque podemos escribirle una carta al jefe mientras hablamos por teléfono, ayudándole al niño con la tarea y hacemos señas a una amiga para que nos traiga un café con crema y dos de azúcar, cuando ellos con costos podrían escribir la carta y pensar en el café. Somos seres increíbles, tenemos dones maravillosos que a ellos impresionan sin necesidad de tanta competencia.
No es necesario salir de casa con traje de sastre y corbata para ser mejor pagadas, tenemos derechos y los podemos hacer valer en tacones altos. Y no puedo dejar por fuera a las mujeres como yo, las que trabajamos en casa, las un poquito machistas, las que poseemos un feminismo ególatra que algunas no aceptan ni entienden, las que nos dejamos cuidar, las que pedimos que se nos dé todo lo que se nos ocurra, las que queremos criar hijos a la antigüita en una casa grande, con perro y gato incluidos, y nos gusta ser mujeres con todo el poder que esto otorga.
¿Qué otro ser puede moldear seres humanos salientes de su propio vientre a su gusto y filosofía, engendrando el amor más puro y sincero que existe: el de una madre a un hijo, mientras que el hombre sueña con poder dar a luz a sus hijos?
Darse por completo a la vida, revolucionando el mundo sin disfrazarnos de hombre, siendo quienes somos, sin silicones ni corbatas sin irnos a los extremos, amando la condición en que se nos puso en el mundo sin negarnos el derecho a engendrar y parir por miedo a perder el trabajo, y sin ser obligadas a hacerlo por no perder a un hombre que lo que necesitaba era una incubadora; elegir sin mentiras sin ocultarse en una profesión ante la negación de no encontrar el amor. Ser mujer es una maravilla, cuenta una leyenda que cada vez que nace un hombre es porque antes de tener sexo el alma le pidió al creador ser mujer y este lo castigo por pretensioso.
No despreciemos ese don mintiéndonos cada vez que tenemos problemas en el trabajo o no nos dan el puesto que queríamos, el problema no está en nacer mujeres, sino, en las que nos convertimos. Amate, ama a las mujeres que te amaron, tu madre, abuelas, tías, hermanas, primas, amigas y compañeras, que tenemos que ayudarnos en vez de criticarnos entre nosotras, ser matriarcales para poder criar hijos varones que respeten y admiren a las mujeres como se debe, como seres, no como las dueñas de senos y piernas hermosas.
Sí, soy feminista! y, sí, ¡soy machista! Amo lo que soy, me gusta el poder que tengo, me gusta ser libre de maquillarme si tengo ganas y de lavarme la cara si no, de cortarme el pelo o dejarlo crecer todo un año para volverlo a cortar y quejarme al dia siguente de que no me sale la colita, de reirme si se me quiebra un tacon en media calle o llegando a una entrevista. Amo lo que mi cuerpo es capaz de hacer, verlo crecer como un globo, verlo parir hijos, ver los recuerdos que marca en él de esos hechos, toco mis estrias mientras les unto las veinte cremas que juran borrarlas y pienso que si alguna funcionara, seguramente las extrañaría mucho. Me gusta ser mujer y me gusta ser la mujer que soy.
Quierete, gustate, no te menosprecies, ¡eres maravilla viva!
ESCRITO POR YANURI VILLALOBOS
Tomado con autorización de el autor de: http://www.repertorioamericano.org/component/content/article/12-opinion/77-la-feminista-mas-machista-del-mundo.html
7 comentarios:
Mis respetos!
Hace poco lei un articulo un poco relacionado a esto que también habla muy claramente sobre lo que ha ido perdiendo la mujer al pasar el tiempo.
http://www.nytimes.com/2009/09/20/opinion/20dowd.html?_r=1
"As Arianna Huffington points out in a blog post headlined “The Sad, Shocking Truth About How Women Are Feeling”: “It doesn’t matter what their marital status is, how much money they make, whether or not they have children, their ethnic background, or the country they live in. Women around the world are in a funk.”
Habla un poco sobre porque las mujeres parecieras ser menos felices ahora. Algo en que pensar para nuestras compañeras.
Mis respetos para la que escribió el tema.
¡Qué bueno! ¡Requetebueno! ¡Excelente! Mis respetos también.
yo estoy en contra de cualquier cualquier expresión radical como el machismo o feminismo. El ser humano debe entender que no puede sobrevivir sin el sexo opuesto
Buen post y la ilustraciòn solo buena tambien, por cierto felicidades por reconocimiento en Vuelta en U, ustedes hacen un excelente trabajo y los meritos estàn màs que bien merecidos, los conejit@s suicidas son toa!!!
Salu2 de WOLVERINE.
Difiero.
El feminismo como posición política no plantea en ningún momento algún "código de vestimenta feminista".
No niego que haya feministas que repudien la apariencia de belleza femenina que se refuerza desde el patriarcado (precisamente por ser un ideal que viene desde el patriarcado) pero no implica ello de ninguna manera que todas las mujeres que prefieran no lucir así, sean feministas.
Admito con respeto, que el artículo me molestó un poco, porque es con cierto descaro disfrazado de sencillez, que la autora (o autor)declara su interés en el feminismo y el machismo, pero solamente en lo que le conviene de las dos posiciones.
Las mujeres y hombres que le están ganando espacios de participación e independencia a las mujeres, no podrían hacerlo desde el machismo, que lejos de defenderse por sus "cosas buenas", debería ser combatido en todos los frentes en los que se manifieste.
Yo también difiero del artículo y estoy de acuerdo con P. Esas feministas "casi masculinazadas" son las que han luchado y han conseguido las libertades que tanto alaba la autora y gracias a esas feministas es que la autora puede elegir ser según lo que ella considera femenina y que otra mujer pueda ser feminina de una manera diferente.
Publicar un comentario