Princesita.

No cabe duda que la belleza no esta en el cuerpo físico si no en el alma, la belleza de esta princesita es infinita, aunque el mundo duela, sea injusto y el ser humano sea una herramienta para el dolor y la muerte, siempre estarán ahi los ojos y las ilusiones de los niños para recordarnos que aún hay belleza en el mundo, que hay cosas que valen la pena, que se puede sonreir a pesar de todo & ser feliz.

Hay mucho dolor y miedo en su carita, pero todavía podemos hacer el cambio, ella puede ser feliz si dejamos de ver lo obvio y lo doloroso, y si aplicamos esto para todos y cada uno de los seres que nos rodean, si recordamos que todos alguna vez fueron niños llenos de sueños e inocencia, quizás podriamos ponerles una corona de princesa o un traje de principe para devolverles sus ilusiones, y quizás así, en este gran juego podamos unirnos y pensar colectivamente, la idea es que todos nos divirtamos en este juego no?

Imagen: Mención de honor en el Concurso Internacional de Fotografía de National Geographic, 2008. © Van Nguyen.