Ningún ruso llegó a pisar la luna. El dinero que invirtió la unión soviética en su programa lunar fue diez veces menor que el invertido por los EEUU en su programa Apolo. La información secreta sobre el programa soviético para poner un pie en la luna se hizo pública oficialmente el 18 de agosto de 1989. La competencia interna (dentro de la URSS) entre diferentes equipos y laboratorios, rivalidades personales, alianzas políticas internas, e ineficiencias burocráticas, así como el bajo presupuesto para el programa, son los responsables últimos de los fallos y retrasos en dicho programa lunar. Una vez el programa Apolo tuvo éxito, el interés en ver a un ruso pisar la cara oculta de la luna, se desvaneció en el aire. Nos lo cuenta magistralmente Marcus Lindroos, “The soviet manned lunar program.” Permitidme abriros boca al respecto.
Los soviéticos empezaron con ventaja. En octubre de 1957 pusieron en órbita al Sputnik 1 y un mes más tarde a la perrita Laika, en el Sputnik 2. En 1959 lanzaron un satélite que colisionó, por error, con la luna (Luna 2) y con otro obtuvieron la primera foto de la cara oculta de la luna (Luna 3). El 12 de abril de 1961, Yuri Gagarin orbitó la tierra en la Vostok, lo que dolió bastante al presidente John F. Kennedy que el 25 de mayo de 1961 dio inicio al programa americano para poner un pie en la luna. Lyndon B. Johnson cogió el testigo y lo consideró prioridad absoluta para la NASA.
Sergei Korolev, máximo responsable de la Vostok (que llevó a Gagarin), le recordó en 1959 a Nikita Khrushchev que el programa espacial soviético estaba muy descentralizado y que no tenía objetivos a largo plazo. El premier soviético desoyó su propuesta de reorganizar todo el programa soviético. Además, le disgustó el comentario y decidió favorecer a su competidor, Vladimir N. Chelomei, especialista en misiles militares pero no en cohetes espaciales, jefe directo del hijo del propio Khrushchev. Chelomei inició un programa espacial paralelo al de Korolev liderado por Mstislav Keldysh y Valentin Glushko (enemigo acérrimo de Korolev). En 1962 Khrushchev asignó al grupo de Chelomei que preparara una misión que llevara a un hombre a orbitar la luna. No había un interés específico en que un ruso pisara la luna. Korolev preparó un programa similar, basado en naves Soyuz, que incluía como parte final, un ruso pisando la luna, pero fue rechazado en 1963. Khrushchev decidió favorecer a Chelomei.
Hasta el 3 de agosto de 1964 no se inició un programa para que un ruso fuera el primer hombre en pisar la luna. El objetivo, lograrlo en 1968, antes que el programa Apolo. Los americanos ya llevaban 3 años de ventaja. Como primer paso se aprobó que Chelomei iniciara un programa para que dos cosmonautas orbitaran la luna en octubre de 1967, 50 aniversario de la revolución bolchevique. En paralelo, Korolev lideraba un programa para que orbitaran la luna tres cosmonautas en una nave Vostok mejorada (el 12 de octubre de 1964 dicha nave orbitó la tierra). El politburó se cargó a Khrushchev y el nuevo premier Leonid Brezhnev estaba menos interesado aún en las misiones espaciales tripuladas. Aún así, Alexei Leonov el 18 de marzo de 1965 dio el primer paseo espacial (la última misión espacial tripulada durante los 2 años siguientes).
El programa lunar soviético tenía 3 cabezas separadas e independientes (los americanos a saco con un único programa, Apolo). Korolev abogaba por poner un hombre en la luna en 1968 (aprobado en mayo de 1965) utilizando cohetes L3 (L por Lenin). Chelomei abogaba por poner un hombre en órbita lunar, pero a Brezhnev no le gustaba porque era cercano “políticamente” al derogado Krushchev y el 27 de abril de 1966 su programa fue cancelado. Finalmente, uno de los segundos de Korolev, Babakin, se centró en llevar vehículos no tripulados a la superficie lunar. Las 3 misiones separadas tenían puesto su objetivo en 1968. Korolev murió en una operación quirúrgica el 14 de enero de 1966, le sustituyó otro de sus segundos Vasili Mishin (cuya confirmación como diseñador jefe del programa de Korolev tuvo que esperar a mayo de 1967).
Muchas tensiones políticas, pero el programa espacial soviético seguía logrando éxitos. En enero de 1967 la nave no tripulada Luna 9 aterrizó en la luna y tomó 8 fotografías de la superficie. Luna 10, el 2 de abril, fue el primer satélite artificial orbitando la luna. En 1967, Leonid Brezhnev decidió concentrar los esfuerzos del programa lunar soviético basado en la Soyuz bajo la dirección de Babakin, como contrapartida al programa Apolo americano. Pero la desgraciada muerte del cosmonauta Vladimir Komarov a bordo de la Soyuz 1, en abril de 1967, fue un duro varapalo tanto para el programa de las Soyuz como para el programa soviético en su conjunto.
Un programa americano con mucha financiación y un objetivo claro, retransmitir por TV la hazaña y humillar públicamente a los soviéticos, contra un programa soviético iniciado tardíamente, mal definido, y con terribles problemas de última hora. Tres días después de que Luna 15 se dirigiera hacia la luna, Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins entraban en el Apollo 11 delante de millones de personas del mundo entero. Mientras los americanos trataban de enterarse qué llevaba dentro la Luna 15 (no llevaba a personas, sólo a un robot lunar), esta sonda se estrelló contra la luna, el mismo día, 21 de julio de 1969, en el que Neil Armstrong era el primer hombre en poner un pie en la luna. Los soviéticos habían perdido la carrera.
Americanos triunfadores frente a rusos humillados. Mishin logró que el programa no fuera cancelado. No serían los primeros pero sí los mejores. Luna 16, tras muchos fracasos, el 12 de septiembre de 1970, logró retornar a la tierra muestras recogidas del suelo lunar (Mar de la Fertilidad). En octubre de 1970, Luna 17 logró aterrizar un vehículo robótico Lunokhod 1, que durante 9 mesees recorrió unos 11 km. en suelo lunar realizando análisis científicos y recogiendo muestras. Un gran logro si recordamos que el proyecto soviético de los Luna costó 10 veces menos que el proyecto Apolo.
Entre 1970 y 1972 los soviéticos trataron de poner a un ruso en la luna. Varios fallos reiterados con los cohetes a finales de 1970 y a principios de 1971, llevaron a Mishin a pensar que acabaría siendo imposible lograrlo. Su apoyo político fue decreciendo exponencialmente. Apolo 17, en diciembre de 1972, fue la última misión americana del programa hombre en la luna. El objetivo ahora eran los transbordadores espaciales. En mayo de 1974, Mishin fue destituido y reemplazado por Valentin Glushko (el gran enemigo de Korolev) que suspendió el programa lunar inmediatamente. La última sonda lunar soviética partió en octubre de 1976, pero ya los soviéticos estaban centrados en el desarrollo de su propia competencia contra los transbordadores espaciales americanos. La era lunar había tocado término.
Los soviéticos empezaron con ventaja. En octubre de 1957 pusieron en órbita al Sputnik 1 y un mes más tarde a la perrita Laika, en el Sputnik 2. En 1959 lanzaron un satélite que colisionó, por error, con la luna (Luna 2) y con otro obtuvieron la primera foto de la cara oculta de la luna (Luna 3). El 12 de abril de 1961, Yuri Gagarin orbitó la tierra en la Vostok, lo que dolió bastante al presidente John F. Kennedy que el 25 de mayo de 1961 dio inicio al programa americano para poner un pie en la luna. Lyndon B. Johnson cogió el testigo y lo consideró prioridad absoluta para la NASA.
[+/-] Seguir leyendo...
Sergei Korolev, máximo responsable de la Vostok (que llevó a Gagarin), le recordó en 1959 a Nikita Khrushchev que el programa espacial soviético estaba muy descentralizado y que no tenía objetivos a largo plazo. El premier soviético desoyó su propuesta de reorganizar todo el programa soviético. Además, le disgustó el comentario y decidió favorecer a su competidor, Vladimir N. Chelomei, especialista en misiles militares pero no en cohetes espaciales, jefe directo del hijo del propio Khrushchev. Chelomei inició un programa espacial paralelo al de Korolev liderado por Mstislav Keldysh y Valentin Glushko (enemigo acérrimo de Korolev). En 1962 Khrushchev asignó al grupo de Chelomei que preparara una misión que llevara a un hombre a orbitar la luna. No había un interés específico en que un ruso pisara la luna. Korolev preparó un programa similar, basado en naves Soyuz, que incluía como parte final, un ruso pisando la luna, pero fue rechazado en 1963. Khrushchev decidió favorecer a Chelomei.
Hasta el 3 de agosto de 1964 no se inició un programa para que un ruso fuera el primer hombre en pisar la luna. El objetivo, lograrlo en 1968, antes que el programa Apolo. Los americanos ya llevaban 3 años de ventaja. Como primer paso se aprobó que Chelomei iniciara un programa para que dos cosmonautas orbitaran la luna en octubre de 1967, 50 aniversario de la revolución bolchevique. En paralelo, Korolev lideraba un programa para que orbitaran la luna tres cosmonautas en una nave Vostok mejorada (el 12 de octubre de 1964 dicha nave orbitó la tierra). El politburó se cargó a Khrushchev y el nuevo premier Leonid Brezhnev estaba menos interesado aún en las misiones espaciales tripuladas. Aún así, Alexei Leonov el 18 de marzo de 1965 dio el primer paseo espacial (la última misión espacial tripulada durante los 2 años siguientes).
El programa lunar soviético tenía 3 cabezas separadas e independientes (los americanos a saco con un único programa, Apolo). Korolev abogaba por poner un hombre en la luna en 1968 (aprobado en mayo de 1965) utilizando cohetes L3 (L por Lenin). Chelomei abogaba por poner un hombre en órbita lunar, pero a Brezhnev no le gustaba porque era cercano “políticamente” al derogado Krushchev y el 27 de abril de 1966 su programa fue cancelado. Finalmente, uno de los segundos de Korolev, Babakin, se centró en llevar vehículos no tripulados a la superficie lunar. Las 3 misiones separadas tenían puesto su objetivo en 1968. Korolev murió en una operación quirúrgica el 14 de enero de 1966, le sustituyó otro de sus segundos Vasili Mishin (cuya confirmación como diseñador jefe del programa de Korolev tuvo que esperar a mayo de 1967).
Muchas tensiones políticas, pero el programa espacial soviético seguía logrando éxitos. En enero de 1967 la nave no tripulada Luna 9 aterrizó en la luna y tomó 8 fotografías de la superficie. Luna 10, el 2 de abril, fue el primer satélite artificial orbitando la luna. En 1967, Leonid Brezhnev decidió concentrar los esfuerzos del programa lunar soviético basado en la Soyuz bajo la dirección de Babakin, como contrapartida al programa Apolo americano. Pero la desgraciada muerte del cosmonauta Vladimir Komarov a bordo de la Soyuz 1, en abril de 1967, fue un duro varapalo tanto para el programa de las Soyuz como para el programa soviético en su conjunto.
Un programa americano con mucha financiación y un objetivo claro, retransmitir por TV la hazaña y humillar públicamente a los soviéticos, contra un programa soviético iniciado tardíamente, mal definido, y con terribles problemas de última hora. Tres días después de que Luna 15 se dirigiera hacia la luna, Neil Armstrong, Edwin Aldrin y Michael Collins entraban en el Apollo 11 delante de millones de personas del mundo entero. Mientras los americanos trataban de enterarse qué llevaba dentro la Luna 15 (no llevaba a personas, sólo a un robot lunar), esta sonda se estrelló contra la luna, el mismo día, 21 de julio de 1969, en el que Neil Armstrong era el primer hombre en poner un pie en la luna. Los soviéticos habían perdido la carrera.
Americanos triunfadores frente a rusos humillados. Mishin logró que el programa no fuera cancelado. No serían los primeros pero sí los mejores. Luna 16, tras muchos fracasos, el 12 de septiembre de 1970, logró retornar a la tierra muestras recogidas del suelo lunar (Mar de la Fertilidad). En octubre de 1970, Luna 17 logró aterrizar un vehículo robótico Lunokhod 1, que durante 9 mesees recorrió unos 11 km. en suelo lunar realizando análisis científicos y recogiendo muestras. Un gran logro si recordamos que el proyecto soviético de los Luna costó 10 veces menos que el proyecto Apolo.
Entre 1970 y 1972 los soviéticos trataron de poner a un ruso en la luna. Varios fallos reiterados con los cohetes a finales de 1970 y a principios de 1971, llevaron a Mishin a pensar que acabaría siendo imposible lograrlo. Su apoyo político fue decreciendo exponencialmente. Apolo 17, en diciembre de 1972, fue la última misión americana del programa hombre en la luna. El objetivo ahora eran los transbordadores espaciales. En mayo de 1974, Mishin fue destituido y reemplazado por Valentin Glushko (el gran enemigo de Korolev) que suspendió el programa lunar inmediatamente. La última sonda lunar soviética partió en octubre de 1976, pero ya los soviéticos estaban centrados en el desarrollo de su propia competencia contra los transbordadores espaciales americanos. La era lunar había tocado término.
2 comentarios:
K rajado. La historia a veces resulta tan increible como una buena pelicula. Buen post, saludos!
jeje mae, con el ultimo parrafo basta y sobra
Publicar un comentario