Los músicos exigimos que se respeten nuestros derechos de autor
Por alguna razón extraña del orden cósmico, algunos seres humanos nacemos con la necesidad de crear diferentes sonidos, acomodarlos, interpretarlos y mostrarlos a los demás. Aún no estoy seguro de si es un don o una maldición, pero, cuando nos damos cuenta, somos músicos en medio de una sociedad que no termina de entender este fenómeno: ¿de que vive un músico?, ¿por qué hay que pagarle si disfruta tanto lo que hace?
¿Cómo se acomoda un músico dentro de una sociedad como la nuestra? Con mucha dificultad. Me mueve la legítima defensa de los derechos más básicos de nuestros músicos nacionales, un sector de la población totalmente vulnerable, marginado de las mínimas garantías sociales y laborales, que ha visto morir en la total indigencia a sus más geniales representantes. Esta situación debe cambiar.
Normalmente, acudimos con gusto a contribuir artísticamente con teletones, conciertos benéficos, emergencias nacionales y causas humanitarias, como debe ser, pero ahora necesitamos nosotros el apoyo de todos los sectores de la sociedad ya que los que no quieren reconocer nuestros derechos nos están atacando con campañas públicas que generan una gran desinfor-mación.
Ante este injusto panorama, decidimos organizarnos de manera independiente como intérpretes, productores y ejecutantes musicales, logrando alianzas con la mayoría de los músicos internacionales. Inspirados en la fe de levantar la calidad de vida de los músicos de las futuras generaciones, estamos logrando generar los cambios necesarios. En lo fundamental, pedimos que, en un país de derecho, se respeten las leyes y que, si lucran con la música, que la paguen.
¿Es acaso abusivo el cobro de un 3% de sus ganancias para distribuirlo entre miles de artistas y poder generar por fin un fondo social y mejores condiciones de vida para quienes graban la música?
Recurrimos a la aplicación de la ley ante un atraso de 27 años en el pago de nuestros derechos y ante infructuosos intentos de negociación. Por supuesto, estamos abiertos al diálogo positivo pues respetamos profundamente el trabajo de todas las partes, pero igualmente exigimos firmemente el cumplimiento de nuestros derechos y una remuneración digna por nuestro trabajo.
El arte propio es necesario para la transformación de nuestra sociedad, para enaltecer el espíritu y los valores, para la fortalecer la identidad nacional y para la construcción de un mejor país. Es vital la creación de una nueva armonía.
¿Cómo se acomoda un músico dentro de una sociedad como la nuestra? Con mucha dificultad. Me mueve la legítima defensa de los derechos más básicos de nuestros músicos nacionales, un sector de la población totalmente vulnerable, marginado de las mínimas garantías sociales y laborales, que ha visto morir en la total indigencia a sus más geniales representantes. Esta situación debe cambiar.
Normalmente, acudimos con gusto a contribuir artísticamente con teletones, conciertos benéficos, emergencias nacionales y causas humanitarias, como debe ser, pero ahora necesitamos nosotros el apoyo de todos los sectores de la sociedad ya que los que no quieren reconocer nuestros derechos nos están atacando con campañas públicas que generan una gran desinfor-mación.
Ante este injusto panorama, decidimos organizarnos de manera independiente como intérpretes, productores y ejecutantes musicales, logrando alianzas con la mayoría de los músicos internacionales. Inspirados en la fe de levantar la calidad de vida de los músicos de las futuras generaciones, estamos logrando generar los cambios necesarios. En lo fundamental, pedimos que, en un país de derecho, se respeten las leyes y que, si lucran con la música, que la paguen.
¿Es acaso abusivo el cobro de un 3% de sus ganancias para distribuirlo entre miles de artistas y poder generar por fin un fondo social y mejores condiciones de vida para quienes graban la música?
Recurrimos a la aplicación de la ley ante un atraso de 27 años en el pago de nuestros derechos y ante infructuosos intentos de negociación. Por supuesto, estamos abiertos al diálogo positivo pues respetamos profundamente el trabajo de todas las partes, pero igualmente exigimos firmemente el cumplimiento de nuestros derechos y una remuneración digna por nuestro trabajo.
El arte propio es necesario para la transformación de nuestra sociedad, para enaltecer el espíritu y los valores, para la fortalecer la identidad nacional y para la construcción de un mejor país. Es vital la creación de una nueva armonía.
MANUEL OBREGON. músico.
7 comentarios:
Estoy de acuerdo con Manuel Obregón en el hecho de que si alguién está lucrando con la música de ellos les deben pagar y aún cuando no lo hicieran se les debería aplicar ese 3% a todo negocio que lucra con la música siempre y cuando se destine a los músicos nacionales.
No estoy de acuerdo en que nuestros músicos se unan a representantes de derechos de autor internacionales porque me parece que a nivel internacional esa asociaciones hacen uso abusivo de los derechos de autor.
Hay que ver ¿Cuál es la posición y la propuesta que ellos tienen para un usuario que escucha o usa la música sin fines de lucro? Y no me refiero a los 15 años ni a las bodas porque ya se sabe que la posición de los músicos nacionales no es cobrarles a este tipo de evento. Me refiero entre otras cosas al derecho de copia o distribución de una obra sin fines comerciales ya que no vamos a pretender que esos usos se protejan 70 años o se hereden ojala y que no sean tan estrictos a la hora de poder compartir música con fines no comerciales o fines educativos no así con quienes si usan la música con fines comerciales.
Esto de los derechos de propiedad intelectual la verdad que es bastante complicado, no se les puede negar su derecho, pero tampoco querer venir a imponerlo.
Saludos!
Como no les quieren pagar lo que es por derecho, no les queda de otra que tratar de imponerlo. No es un impuesto es un derecho.
Claro es muy fácil para las radios hacer plata con el material que crearon otros, con las ideas y el trabajo de otros, sin pagarles nada. O sea, cuanto es el 3% de su factura que no lo quieren pagar?
No se porque la radios de este país creen que les hacen un favor a los artistas en poner sus canciones, y ya xq ponen una cacion de Escats o de Malpais se creen muy culturales y que apoyan mucho.
Además si programarán más música nacional no se iría toda la plata a Wisin y Yandel o a los Jonas Brothers.
Las emisoras ya pagan los derechos de autor a ACAM cerca de un 4%, el asunto con fonotica habla de derechos conexos, es decir derechos de distribución y otros que en otros paísses no se pagan, pir ahi viene el asunto y Fonotica esta tratando de abusarse...
Mañana y pasado se presentarán en este blog las otras dos posiciones.
Como dice Vargas es un tema complicado que las partes involucradas han querido complicar mas en vez de ver la luz. Supongo estamos en la etapa de pida 20 para que le den 10...
Creo en el derecho de recibir un pago por sus creaciones, creo en el reconocimiento y es mas con el poco apoyo economico que reciben los musicos nacionales al menos es una garantia de q podran seguir, es proteger el crecimiento del arte pero eso si, ser sensatos, apretar pero no ahorcar.
Todo en proporcion para ue todos ganemos.
Saludos
Los artistas viven de sus conciertos y las disqueras de las ventas de sus discos.
Con este tipo de cobros lo unico que van ha lograr es perder publicidad, no creo que por no poner a calle 13 o Don Omar alguien vaya a llorar...
Lo mejor es informarse.
Músicos y autores desmienten a Canara: http://www.informa-tico.com/index.php?scc=articulo&edicion=20090330&ref=30-03-09010001
Preguntas y Respuestas / Derechos Conexos – Conflicto con CANARA: http://www.aiecostarica.com/preguntas.php
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